En Colombia, más del 60 % de los residuos que terminan en los rellenos sanitarios son orgánicos y podrían aprovecharse. Muchos provienen de cocinas industriales, supermercados y grandes superficies, pero aún se entierran, generando metano, un gas con un impacto climático 84 veces mayor que el CO₂.

Aprovecharlos mediante compostaje reduce emisiones, regenera suelos y cierra el ciclo de la materia orgánica, aportando a la sostenibilidad empresarial.

Gestionar residuos orgánicos es actuar por el ambiente y reducir gases de efecto invernadero.